VIVIENDA EN CUARTE
En la fase inicial de este proyecto, durante la etapa de bocetos y anteproyecto decidimos experimentar un nuevo modelo de extracción de información realizando entrevistas a los propietarios (con la ayuda de un psicólogo especializado) para conocer las necesidades reales de los residentes. Pudimos así ahondar en las necesidades reales y pureza de los habitantes, superando condicionantes basados únicamente en los espacios ya habitados “experiencias de confort” o en la moda del momento social (aprendida inconscientemente en imágenes de internet, revistas, tv).
El programa de la vivienda mantiene una organización de espacios clásica, pero a la vez, la vivienda cuenta con lugares, espacios y rincones diseñados específicamente para dar respuesta a las necesidades subconscientes y conscientes específicas de los habitantes, extraídas de los test psicológicos realizados:
- Doble lectura de los espacios (seguro / abierto) para transmitir confort en los distintos estados de ánimo habituales en los propietarios.
- Transparencia, permeabilidad y relación interior-exterior para reforzar la conexión con el paso del tiempo y el ciclo estacionario de la naturaleza (arboles caducos).
- Recorrido de acceso para la potenciación de la sensación de privacidad en la zona de descanso – personal – íntima.
- Apetencia de lectura instantánea: distribuidor con función de zona de lectura (orientación norte) y libros visibles para potenciar la lectura en los promotores y potenciarla en sus hijos.
Conceptualmente, la vivienda surge como una coraza que sin aperturas protege del entorno agresivo en la zona de acceso: orientación norte, fuerte ruido de tráfico de autovía a 45 metros, zona industrial de baja calidad arquitectónica al otro lado de la calle, y muy fuerte viento (cierzo). Interiormente, las estancias se abren a patios interiores tranquilos con diferentes cualidades, diseñados para potenciar los usos de la vivienda: los dormitorios, abren a sur para tener un correcto soleamiento, la zona de lectura abre a norte, para no tener una lectura sin sombras que resulten molestas y las zonas más públicas (cocina y estar) comunican norte y sur, generando microclimas para más actividades específicas y ganando riquezas visuales con la transparencia de los espacios.
El comportamiento pasivo de la vivienda ha sido pensado permitiendo la ventilación cruzada de las estancias, el aprovechamiento del soleamiento en invierno e incorporando elementos de sombreo en verano. El sistema SATE de los muros permite optimizar el uso de la inercia térmica de los mismos y el suelo de la vivienda (de color oscuro y con gran inercia térmica) refuerza el buen comportamiento térmico pasivo de la vivienda, que no precisa casi de calefacción en invierno cumple los estándares (que serán obligatorios en 2020) de la Directiva Europea 2010/31/UE relativa a las condiciones energéticas de los edificios de consumo de energía casi nulo (Nearly Zero Energy Building, NZEB).